miércoles, 24 de septiembre de 2008

EDUARDO AVALOS BUSTAMANTE: UN TUMBESINO COMO POCOS

Ha pasado casi 4 meses desde la ultima entrada a este blog. El trabajo que he tenido ùltimamente ha sido tedioso; más aún cuando sientes la presión de conseguir una meta económica (que, dicho sea de paso, todavia no logro alcanzar).
Hoy, observaba la tele local. Y aunque parezca una locura sentarse a ver las barbaridades que dicen, la falta de cultura y lo poco profesionales que son, hice un esfuerzo sobrehumano (por Dios, no es acaso un sacrificio ver, por ejemplo, a cierto periodista sacar 2, 3, o más celulares para ver los mensajes de texto que le envian; y peor aún cuando estos no tienen relación alguna con el tema principal). Finalmente, dentro de la torturosa programación vi el homenaje que le hicieron al profesor Eduardo Avalos por el 60 aniversario de su nacimiento. No lo habia recordado.
Pero al mismo tiempo que veìa la nota periodistica, una avalancha de recuerdos cubrieron mi mente.
Eduardo Avalos no sólo fue mi profesor de lenguaje, también, y sin que alguna vez lo sepa, fue el iniciador de mis deseos de escribir. Su voz pausada, concisa, alturada, grave, literaria, caballerosa.....una voz como ninguna. Aprendí que se podía decir tu sonrisa hermosa de una forma diferente, con las figuras lieterarias que quisiera.
1995, fue un año encantador: amaba la literatura, la marinera, los cuentos del profe Edgar Budiel, la enseñanza del maestro Avalos y amaba a su hija. Fue el año de amar, de soñar, de manterme ilusionado, juerguear (...y esto bastante.); y hacer una pausa antes de terminar el colegio para enamorarme de la vida.
Profe, donde esté, mi total agardecimiento por todo aquello, porque hasta el momento no he tenido un año como aquel...donde su pronta despedida fue el único trago amargo de un deleite total. Y parafraseando a Cesar Calvo "nada pudo diciembre contra el semestre suyo..".